El capítulo “Entre 1984 y Un mundo feliz” explora cómo las distopías de George Orwell y Aldous Huxley siguen teniendo plena vigencia en la era digital. En el caso de 1984, se presenta un sistema de control total basado en la vigilancia y la manipulación de la información, lo cual se refleja hoy en el papel de las redes sociales como un ministerio de la verdad moderno que filtra y moldea lo que consumimos. Por su parte, Un mundo feliz muestra una sociedad dominada por el placer y la distracción, fenómeno comparable con nuestra dependencia de las plataformas digitales y sus efectos en la ansiedad, la comparación social y la búsqueda de satisfacción inmediata.
Sin embargo, más que elegir entre una visión u otra, el episodio plantea que nuestra realidad actual combina elementos de ambas distopías. Vivimos en un escenario donde la vigilancia y la distracción coexisten, lo que genera riesgos para la autonomía personal y para la manera en que entendemos la verdad, la libertad y el bienestar. En conclusión, “Entre 1984 y Un mundo feliz” invita a reflexionar sobre los mecanismos de control contemporáneos y la necesidad de recuperar una postura crítica frente a la tecnología, de modo que podamos usarla como herramienta de progreso y no como medio de sometimiento o evasión.
